Si la burguesía tenía una misión en el mundo, esta era, con seguridad, la de llegar a ser el guía, el instructor, o mejor, el organizador, la cabeza del pueblo; esta era una misión sagrada, para la cual ella había recibido la
Edgar Quinet |
Una reforma es necesaria para hacer entrar en el cuerpo de la nación a la burguesía que, por otra parte, tiende cada vez más a desatarse de los intereses generales, es decir, a morir socialmente. Si su aislamiento creciente le espanta, que rompa la barrera política que se eleva entre ella y el pueblo; que no haya más de dos Francias, una oficial, otra real... Asociándose a la transformación social que se prepara, la burguesía puede todavía regularla con la inteligencia y hacerla entrar por las vías moderadas de la civilización... La burguesía ha reprochado a la antigua realeza el haber opuesto una resistencia implacable al espíritu de su tiempo, y el haber atesorado por ello una revolución igualmente implacable. Que ella se guarde de caer en la misma falta.
Edgar Quinet, Advertencia al país, 1840
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