lunes, 20 de enero de 2014

El catolicismo social

Pedimos en primer lugar libertad de conciencia o libertad de religión, plena, universal, sin distinciones ni privilegios; y, por tanto, en aquello que nos atañe como católicos, la total separación de la Iglesia y el Estado [...].
Pedimos, en segundo lugar, libertad de enseñanza, porque es un derecho natural y, por así decirlo, la primera libertad de la familia; porque sin ella no existe ni libertad religiosa, ni libertad de opiniones [...].
Pedimos, en tercer lugar, libertad de prensa, es decir, que se la libere de los numerosos obstáculos que todavía retardan su desarrollo y en particular de las trabas fiscales [...].
Pedimos, en cuarto lugar, la libertad de asociación, porque dondequiera que existen, sean intereses, sean opiniones o sean creencias compartidas, está en la naturaleza humana el deseo de acercarse y asociarse.
Lamennais, L'Avenir, 7 de diciembre de 1830

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